Todos lo hemos podido contemplar, aunque para que se convierta en un verdadero espectáculo celeste hace falta que las condiciones atmosféricas sean adecuadas. En muchas ocasiones, al amanecer o al atardecer, o cuando se produce un eclipse total de sol, el horizonte parece arder formando una gran franja rosada conocida como cinturón de Venus. Bajo ella aparece siempre la amenazante oscuridad de la noche. Lo que no es tan conocido es que esa oscuridad es en realidad la sombra de nuestro planeta proyectada contra el cielo, creando un contraste muy llamativo, como se puede ver en las siguientes imágenes.
El cinturón de Venus y la sombra terrestre en una imagen de Carolina Ödman. (CC-By)
El cinturón de Venus y la sombra de la Tierra, fotografía de Andrew Clarke. (CC-By)
El cinturón de Venus, entre el cielo diurno y la sombra de la Tierra, fotografía de Gary A. K. (CC-By)
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario